Quizás.
01.09.2024
En aquel mismo instante en el que él le robaba una foto, ella, con la mirada perdida en el infinito, solo pensaba en la forma de robarle un beso.
En aquel mismo instante en el que él le robaba una foto, ella, con la mirada perdida en el infinito, solo pensaba en la forma de robarle un beso.
Érase un pequeño candil solitario. Iluminando, solo iluminando. Nadie sabe quién lo dejó allí, pero ahí estaba… A veces la penumbra, negra y oscura se acercaba solo con intención de apagarlo, y por momentos lo conseguía, pero curiosamente el pequeño candil volvía a encenderse como por arte de magia…
Que bonito eso de tener a alguien en el corazón.
De repente un día lo que formaba parte de tu presente pasa a ser tu pasado. Todo se vuelve un poco más difícil cuando hablamos de pasado. Los recuerdos, se asoman en canciones, en lugares, en palabras, y jugando al escondite con ellos evitamos escucharlas, leerlas o esquivamos aquella esquina con tal de no hacernos daño… pero…
No te guardo rencor, te guardo las sonrisas de ida y vuelta.
La alegría siempre puede conmigo.
No puedo contarte de la ida, pero sí…, de la vuelta.
A veces suelto letras al aire en forma de recuerdos.
Le llamaban "El hombre del saco."
¿Y si cogemos una cuerda y comenzamos a enlazarle notitas como si de un diario se tratara?