vivir(sobre)vivir

Sobrepensamos lo que fue,
sobreexigimos lo que aún no es,
sobrecargamos la mente,
sobreestimamos el control,
y subestimamos la incertidumbre.
Nos ponemos el sobretodo en pleno verano por si acaso un frío que quizás… no llegue nunca.
Caminamos sobrecargados de pendientes, de expectativas ajenas.
(nos)sobreexigimos por encima de lo posible.
Sobrealimentamos la ansiedad.
Sobrerreaccionamos ante lo pequeño, porque llevamos tanto peso, que cualquier cosa se nos hace un mundo.
Caminamos con sobresaltos, de puntillas, como si en cada paso pudiéramos rompernos.
Queremos sobresalir, pero terminamos sobreactuando.
Y así, entre sobres y sobras, terminamos solo sobreviviendo...
...que no es lo mismo que viviendo.
Uno es instinto. Otro, elección.
Uno es resistir. Otro, estar.
Uno te mantiene con vida mientras que el otro, te la da.
¿Y si dejamos de estar "sobre todo" para volver a "estar en algo"?
En calma.
En el momento.
En nosotros mismos.
¿Y si dejamos de (sobre)vivir y nos dedicamos a vivir, sin más...?