Caminar contra el viento

20.08.2025

Estaba yo pensando en los silencios con forma de frontera, esos que no duermen, solo se esconden… 

En ese paso que no damos, no porque el camino no exista, sino porque alguien trazó una línea invisible que nadie se atreve a cruzar.

Hay nombres que se pronuncian solo en voz baja, como si invocarlos rompiera algún pacto. 

Hay personas que son sentenciadas a ser esquinas, a ser extremos, personas a las que simplemente alguien les convierte en un "mejor no te acerques", quedándose afuera solo porque nadie volvió a mirar hacia donde estaban.

Y los demás voltean la mirada también, como si obedecieran a una brújula que no entienden.

Como manos que se guardan por no ser malinterpretadas.

Como ojos que se apagan para no molestar.

Como fuegos que se extinguen solo porque nadie quiso soplarles un poco de aire.

Y todo eso pasa..., si, pasa, tan solo pasa, pasa desapercibido, pasa como el viento.

Y pesa.

Sin que nadie diga nada. Sin ley pero con castigo.

Y aunque no lo parezca se siente en la piel como una advertencia invisible.

Hay quienes prefieren el claro soleado del bosque, ahí donde todo es visible, donde nadie cuestiona, donde el sol cae parejo y las pisadas no se desvían.
Por el contrario, yo pienso que lo valioso está justo en la maleza, en el rincón donde no llegan todos, donde las ramas rozan más de la cuenta, allí  donde uno no sabe si sigue en el camino o ya lo ha perdido.

Si te atreves, solo si te atreves, puedes encontrar ahí una flor que nadie regó, una historia que nadie terminó, una llama que aún respira bajo la ceniza...

Pero claro, para llegar ahí hay que hacer algo que necesita valor..., caminar contra el viento.